
Partamos de la base de que dormir y los sueños forman parte
de los grandes misterios neurológicos y psicológicos de la ciencia.
Por eso, todas las explicaciones son poco exactas. Si le
preguntamos a una eminencia en estas cuestiones, como John Allan Hobson,
profesor emérito de psiquiatría de la Harvard Medical
School, sacamos una conclusión bastante lógica.
Según el investigador, realmente “los sueños siempre son
inverosímiles”, y cuando cenamos mucho o alimentos indigestos, en principio son
igual de raros (por llamarlos así). Pero si nuestroestómago tiene una actividad
mayor de la habitual, es probable que nos despierte muy brevemente, o aligere
nuestro sueño varias veces durante la noche. En cada uno de esos momentos,
retenemos...