Debemos tener en cuenta nuestro PESO, nuestras PROPORCIONES, y nuestro gusto PERSONAL.
En ocasiones algún familiar o amigo nos aconseja un colchón que a le va de maravilla, mas no podemos olvidar que hay tantas maneras de dormir como personas, y que esa buena intención nos puede hacer adquirir un colchón que no sea el idóneo para nosotros. Así que dediquemos algo de nuestro tiempo a tan importante elección, ya que nuestra salud y bienestar lo agradecerá.
En la tienda es imprescindible que probemos el colchón, que nos tumbemos en las posturas que solemos adoptar para dormir y notemos si cumple varios requisitos básicos para un buen descanso:
- Boca arriba debemos notar que las lumbares apoyan y descansan sobre el colchón y, levantando sólo la cabeza y mirando hacia nuestros pies, debemos ver que nuestro cuerpo está recto y que en la zona de las caderas el colchón se amolda pero no se hunde.
Con esto ya habremos podido descartar los colchones que no se adaptan a nuestro PESO y PROPORCIONES, y dentro de los que si lo hagan podremos elegir el que más se adapte a nuestro gusto PERSONAL.