¿CÓMO DUERMEN LOS ESPAÑOLES?


bella_durmiente El informe realizado por la factoría Disney, para celebrar medio siglo de uno de sus grandes éxitos, La Bella Durmiente, además de superpuntilloso con todas las cuestiones técnicas, aporta una serie de datos y conclusiones dignas de destacar.
Comparados con otros ciudadanos europeos, los españoles somos los más soñadores. Como en los cuentos de hadas, vivir felices para siempre es el sueño que más perseguimos. También nos revelamos como los más románticos, ya que, siete de cada diez han confesado que, en alguna ocasión, se han despertado con un beso. Nos definimos como aves nocturnas, ya que, junto con los alemanes, somos los que más trasnochamos y también los que más tarde nos levantamos.
Para los españoles, el pijama es la prenda estrella para dormir. Un 55% lo utiliza, con lo que nos situamos a la cabeza de las poblaciones encuestadas.
Como en la película, donde una princesa atrapada en un sueño eterno que se despierta gracias al beso de su Príncipe Azul, en la actualidad a los españoles en general les cuesta un poco más conseguir una reparadora noche de sueño.
Los resultados de este informe se han conseguido entrevistando a ciudadanos de Europa, América y Asia con edades comprendidas entre los 18 y 64 años.
Los españoles se revelan como los menos materialistas a la hora de soñar. Nos encontramos a la cola de aquellos que confiesan que les gustaría amasar una fortuna (un 38% de españoles, frente al 43% de la media) o convertirnos en famosos (un 3%, frente a un 9%). No obstante, en nuestros día a día, reconocemos que lo más práctico para no llegar tarde al trabajo es recurrir al reloj. Somos la población que más pone la alarma del despertador para levantarse: un 57% la emplea, muy por encima del 41% de la media.
Sin embargo, confesamos que nos gustaría dormir más horas de las que lo hacemos, aunque no se preguntó si acompañados o solos. La mitad de nuestros paisanos confiesa que no son suficientes las 7,1 horas que destinamos al descanso, y que, como mínimo, habría que prolongarlas hasta 8,8 horas. Por ello y para lograr este tiempo ideal de descanso, el español recurre a un típico remedio mediterráneo: la siesta. También, junto con los italianos, somos los que en mayor porcentaje reconocemos que siempre echamos una cabezadita tras el almuerzo.
Los datos de la encuesta muestran también que a los españoles pocas cosas les quita el sueño: en general, confesamos que tenemos relativa facilidad para quedarnos dormidos; tan sólo tardamos unos segundos más que la media. Además, somos los europeos que en mayor porcentaje manifiesta que nunca padecemos de insomnio; como mucho, nos desvelamos una vez al mes.
Eso sí, cuando no podemos pegar ojo, recurrimos a las mismas técnicas que el resto de los encuestados: imbuirnos en la lectura o deleitarnos con música, aunque la mayoría prefiere encender la televisión.
Esto último hace que caigamos en una pequeña y curiosa contradicción, puesto que los españoles son precisamente los que más resistencia tienen para aguantar despiertos frente a la televisión.
Las estadísticas demuestran que, una vez nos quedamos dormidos, nuestro descanso es reparador y uno de los que mayor calidad tiene de entre todas las poblaciones analizadas: somos los que menos perturbamos el sueño de nuestra pareja, ya que, con un 34%, somos los que menos admitimos roncar. Eso sí, el dato lo corroboran, con total exactitud nuestros compañeros de cama.
El que seamos, junto con los belgas y franceses, los menos miedosos y no necesitemos dormir con la luz encendida, contribuye también a facilitar que nuestras parejas concilien más fácilmente el sueño.
Además, somos los europeos menos sonámbulos y los ue en menor porcentaje hablamos en voz alta por las noches.
Eso sí, no solemos dormir de un tirón, puesto que nos levantamos al menos una o dos veces cada noche.
Como animal de costumbres que es el hombre, no es de extrañar que sigamos unos rituales, antes de acostarnos como después de levantarnos: por lo que respecta a los españoles, somos de los más coquetos y, antes de meternos en la cama, no descuidamos nuestra belleza, junto con los italianos, somos los europeos que en mayor porcentaje (23%) nos aplicamos cremas para cuidar nuestra piel.
A la hora de elegir colchón y almohada buscamos ante todo una fuente de salud y bienestar. En este sentido seguimos las recomendaciones de los especialistas y apostamos por que sean firmes.
Por último comentar que no sólo tenemos hábitos saludables y de belleza antes y mientras dormimos, sino también nada más levantarnos: junto con los franceses, los españoles somos los que más nos decantamos por hacer un buen desayuno para recargar las pilas.

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